Con el paso de los días va apareciendo el cansancio, pero no paramos. Hoy hemos visitado la ciudad de Galatina. La iglesia de San Pedro tiene un conjunto de pinturas al fresco impresionantes, pero lo que más ha gustado ha sido el «pasticciotto» un pastel relleno de crema, que estaba buenísimo.
Después hemos ido a Lecce (que en italiano se lee «leche»), una ciudad con multitud de palacios y de iglesias. Hemos realizado una yincana por la ciudad, pero Angelo nos lo ha puesto muy difícil.
Para terminar, hemos visitado la abadía bizantina de Santa María de Cerrate, un ejemplo de restauración de una iglesia abandonada hasta hace poco tiempo.
Mañana, ya el último día, con sentimientos encontrados: cansados y con ganas de volver, pero también de quedarnos un poco más.
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